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Vacaciones familiares con tu pareja: cómo convertirlas en una experiencia memorable

29/06/2015

Llega de nuevo el verano y para muchas personas cada vez están mas cerca las esperadas vacaciones estivales. Muchos de nosotros optaremos por veranear con nuestra pareja en la casa familiar, compartiendo espacio con hermanos, padres, primos, abuelos y, en bastantes ocasiones, un buen número de niños y adolescentes. En este ambiente en el que conviven varias familias y parejas es fundamental evitar que aparezcan tensiones que, inevitablemente, acabarán derivando en conflictos. Para sortear estas situaciones, te ofrecemos los siguientes consejos.
En primer lugar, es recomendable meter en las maletas una buena dosis de optimismo, sentido del humor, solidaridad y tolerancia pues, aunque vamos a vivir unos días con nuestra propia familia, cada pareja tiene su forma de hacer las cosas, lo que propiciara que en momentos puntuales se generen pequeños enfrentamientos. En otras palabras, tenemos que abrir nuestra mente y ser capaces de pasar por alto comportamientos y formas de actuar diferentes a las nuestras, siempre desde el respeto.
Precisamente, para evitar malentendidos, es deseable que establezcamos unas mínimas normas de convivencia. Por ejemplo, podemos fijar una franja horaria para las comidas y las cenas que se celebren en casa, evitando que unos tengan que estar constantemente esperando a otros. Además, también podemos establecer normas de uso de elementos compartidos, como una pequeña embarcación o un remolque. Asimismo es recomendable que se fijen turnos de limpieza con el fin de que este tipo de tareas no recaigan siempre sobre las mismas personas.
Por otro lado, veranear con tus suegros o tus hermanos y sus parejas no es sinónimo de que se tengan que realizar todo el rato actividades en grupo o que todos tengan que ir de forma obligatoria a excursiones o picnics. De hecho, es preferible no planificar previamente actividades conjuntas para todos y cada uno de los días y dar a cada pareja o unidad familiar la oportunidad de que puedan organizar actividades de forma separada.
Asimismo, si hay personas con cierto grado de dependencia (como niños pequeños o personas muy mayores) es aconsejable que, desde un principio, se acuerde cómo se les va a atender, para evitar que los cuidadores se queden literalmente sin vacaciones.
Por último, debemos evitar meternos en las discusiones entre padres e hijos (sobre todo si se trata de nuestra familia política), intentando no tomar partido. Tampoco es recomendable entrar en provocaciones o debates sin sentido (que suelen generarse en las largas sobremesas veraniegas), tratando de salir cuanto antes por la tangente para evitar que se generen momentos de tensión. Igualmente, no debemos poner en duda las decisiones de los padres en relación a sus hijos de forma pública, sino en privado, con el fin de no socavar la autoridad de los progenitores.
En resumen, pasar un verano en familia con tu pareja no tiene por qué convertirse en una pesadilla, sino que puede ser una experiencia memorable, siempre que sigas los consejos que te hemos mostrado.

Imagen: Summer is Wanning by Storm Crypt, under CC license – Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.0 Generic (CC BY-NC-ND 2.0)